1093, 1094 o 1095 días del IBP...Seguimos en la tierra
Si les digo la verdad, nunca supe bien porque abrí este
lugar. De verdad. Al igual que alguno de Uds. todavía me sigo haciendo la misma
pregunta… Vivir con medio sistema venoso arrendado a tu motor central, jugando
a ser tus arterias, para que siga latiendo tu corazón; no es sencillo. Lo más
complicado era salir de un infarto masivo y levantar el pulgar como un piloto de
F-1, 24 horas después. Lo conseguimos. Pasar 90 días en una Undad de vigilancia coronaria (30
días en el Servicio de Neurología por falta de camas) porque no sabes que
quieren hacer contigo un comité de galenos internistas cardiólogos —muy
preocupados por sus futuros retoños— con el órgano más singular de nuestro
organismo. La literatura se ha emborrachado a la hora de hablar del corazón y
no la culpo, tiene su feeling. Incluso Palanuik la lío en una de sus novelas
con el familiar que la palma de un aneurisma aórtico. Mucha gente no sabe lo
que es un aneurisma, tuvo que salir Mr. Sálvame de Luxe e invitar a Sharon
Stone para contar de que va ese negocio. Por cierto, los hay cerebrales y en mi
caso, coronarios. Tuve la suerte, que uno de los becarios de cirugía tuviera la
vista de un francotiardor SEALS y le dijera al jefe—¡Dr., Dr. No cierre el tórax que estoy
viendo Segovia…! Luego viene eso de ponerte de pie y mirarte al espejo.
Escuchar de algún cachondo, aquello
del… “chico pareces Russel Crowe en Gladiator”—Qué pena, yo
pensaba que me iba a decir Ángel Cristo. Todo ha sido una odisea, una locura,
un mal sueño, una historia que se une a un larguísimo currículum de batallas y
aventuras de eso llamado vida. Les voy a confesar un secreto; todo ello lo
volvería a pasar si me dicen que el dolor neuropático ha desaparecido hoy.
Cuidadito con los quirófanos, a veces, el diablo se puede
disfrazar de Teresa de Calcuta y terminar uno con sus huesos en una Undad del
dolor. Lo dicho, cambiaría muchas cosas por volver a tirarle un par de cañas a
mi amigos: Niki Lauda y Roman Polanski. Es una pena, que en los 80 no tuviéramos
los teléfonos listillos, sería el puto amo de los likes en las redes. Por
último, el IBP va a seguir siendo lo que es, un lugar donde se habla de cine,
de una forma peculiar, como definió JL Moreno-Ruiz—adictivamente "sui generis"—, el
cual, me ve con muy buenos ojos porque es tan buena persona como reportero. No
hago crítica convencional, para eso abrí los 200mgHz que es un homenaje a la
morfina y sus derivados. Ahí, si que estamos haciendo crítica televisiva, de la clásica, y, cuando
podemos hablamos de otras cosas que nos gustan. Pero el IBP, son crónicas de
personajes célebres, mujeres bellas y fatales, meditaciones entre un montón de
zumo de naranja y mucha morfina. Artículos de opinión, donde el punto de
vista es una isla utópica, la cual, no existe. Ya que no hay utopía que sirva al ser humano. Mucha mala baba y un sentido del humor
negrísimo. Mis disculpas si alguien, no me pilla el punto pero ahora camino de
los 50, no creo que vaya a cambiar. Soy así, como el Garufa de Malevaje… El IBP
no es un blog ni un dietario: es una revista caleidoscópica, donde el cine
impulsa su vis literaria. En la que soy el dueño absoluto de ella, hago lo quiero
cuando puedo, pues la salud no es mi fuerte. Eso sí, me verán en redes sociales
con un aspecto impoluto, sexy y pendenciero.
Todo ello, en gran medida, es un escaparate de la pose que
nos ha inyectado las nuevas tecnologías. Pienso que la discapacidad no puede
dejarnos a un lado, cualquier persona con discapacidad tiene que enfrentarse a
ella y da lo mismo ser blanco con malas pulgas, que negro de buen carácter. La
tolerancia es la libertad de poder ser como somos; humanos con nuestras
virtudes y defectos. No me quiero marchar sin dar las gracias a la gente que le
gusta este lugar. A otras personas que me han animado a escribir un libro. Yo
soy un escritor muy malo y muy viejo. Además, ahora todo el mundo escribe en
algún sitio. Joder! Yo escribo cada dos semanas aquí y en 200mgHz… Je, je, je.
Estoy contento a pesar de lo pasado, feliz de tener a alguien a mi lado que es
mi apoyo emocional; mi brújula y parte de la inspiración diaria de mi vida.
Reitero, muchas gracias. No sé si creo en Dios o en vírgenes suicidas, pero he
descubierto mi vocación. Si tuviera salud y volviera a empezar de cero, sería
cirujano de campaña o en una Undad. de élite (ya fuera neurocirugía, vascular,
cardiaca o trasplantes). No tengan la menor duda y lo digo muy en serio. Me
gustaría muchísimo sentir en mis carnes, la satisfacción de un cirujano cuando
sale del quirófano y todo ha salido a la perfección… Es de esas cosas que
hacen de este planeta un lugar más agradable. Como buen veterano del cuadrilátero, les diré: "va
por Uds." y espero seguir otros 5.000 años por estos lares, bailando sobre la lona. Gracias de corazón y espero que
les guste el pastel y la música…
Fotogramas adjuntados:
Marylyn Monroe celebrating her birthday
Sunset Boulevard by Billy Wilder (1950)
Mary Astor celebrating her birthday with
third husband Manuel del Campo