Anne Sexton; la tragedia del trastorno bipolar, luchando desde el diván y pensando cómo matar a un genocida

marzo 29, 2023 Jon Alonso 0 Comments


 

Uno sale del invierno más loco de los que he conocido en 50 años recordables. Nunca se había visto unas nevadas tan grandes en las comarcas altas de Tramuntana. Días de aguanieve en Formentera y copos blancos en Ibiza. Un espectáculo muy villacinquero y entrañable. Pero yo quiero a mi tierra, en pleno, esplendor veraniego. Todo como si el mayor necio del mundo, envuelto en calzoncillos de genocida versus Hitler/Stalin, para mayor gloria, de nombre Vladimiro, y entre la cofradía de los dictadores, en activo; Putin. Ese mierda que hizo carrera en el viejo KGB (judoka de Petrogrado) y feto malnacido; ha estado saqueando y bombardeando más de 40.000 veces al pueblo ucraniano. ¿Se imaginan los falleros de la terreta 40.000 mascletás durante más un año? Hablamos de petardos no misiles ni cohetes demoledores. Mi tesis es que la gran cantidad de trilita y sustancias detonadoras que se han esparcido, han hecho que la tierra crujiera entre Turquía y Siria (otra de las grandes tragedias de este maldito invierno) y de ahí, que el Mediterráneo, haya sido una pesadilla tan horrible como las sufridas; por una de esas escritoras que le quitan a uno el hipo. Pensarán que soy algo sádico por escribir, anteriormente, sobre una vieja amiga de la hermosa Anne, la bella Sylvia. Todo lo contrario, lo mío, es admiración por las grandes amanuenses. Amigas y compañeras de taller literario. Ambas se marcharon por la vía rápida del gas y su versión del CO2. Afortunadamente, hemos podido leer, en estos días —de asueto— de final del jodido invierno: ya es primavera, al fin, en un hermoso lugar muy cercano al continente africano. La biografía de Anne Sexton —es pura fascinación y hemos decido contarles una vida, que a uno le compunge y le entristece. Pues, los males de la mente, no se los deseo ni a mi peor enemigo. Bueno, sólo a uno, al citado al principio, todo lo peor del mundo, sí y sólo sí, al puto Vladimiro Putin. Ojalá pudiera ser un tirador de élite. Ya estaría en mi taller puliendo la cabeza a esa bala del calibre 7,62 para ese hijo de la gran putísima. Sí, viendo como sus sesos caen esparcidos por la cristalina agua de la piscina de su bunker. La bala la tengo, pero no sé cómo usarla. Eso, sí, les juro que esta guerra terminaría en cuestión de horas. Ahora, hablemos de Anne Sexton y su vida. Seguramente, la muerte eliminó cualquier necesidad de privacidad que Sexton pudiera haber sentido, y ella parece haber apreciado muy poca. La autorrevelación era su valor en el comercio de las vanidades. Las necesidades de sus supervivientes permanecen, pero Orne entregó las cintas a la biógrafa Diane Wood Middlebrook con el “aliento y la aprobación” de la familia de Sexton, dixit en su prólogo, esta fascinante biografía que nos hemos empapado. Etiquetada como poeta confesional, la poesía de Anne Sexton contenía una cacofonía de voces que Sexton solía explorar, con aparente honestidad intransigente, un concepto, una relación o una identidad. Además, algunos de los poemas tienen un tono purgante, como si a través de una recitación catártica, la voz tuviera la esperanza de ser limpiada, perdonada o salvada de sí misma. Se ha liberado, pero el yo es una "bruja poseída". Endemoniado es una palabra intrigante; puede significar no cuerdo, controlado por espíritus malignos, o incluso incontrolable. Aunque, poseído también significa condenado, como quizás por un esposo, un amante, o su papel como mujer en la sociedad, directamente opuesto al “salido”. “Possessed” también presagia su contención en la última estrofa mientras cabalga hacia su ejecución. Finalmente, ella es una bruja, tres variedades, cada una de las cuales domina como una estrofa en el poema. Un artículo analítico convincente señala que las poetas confesionales como Sexton se sentían excéntricas, no figurativas, en su búsqueda de identidad, en contraste con los poetas confesionales masculinos. “Her Kind” es un ejemplo perfecto de esa hipótesis. El poema hace referencia al dolor y al castigo de escribir poesía como la suya, en la que “agitó mis brazos desnudos”, desnudándose desafiantemente, lo que da como resultado llamas y la rueda. De hecho, las metáforas son adecuadas, ya que fue muy criticada por las intimidades crudas e inmoderadas de su poesía. La poesía generalmente no es no ficción, ni siquiera poesía confesional, a pesar de la definición con la que se ha atiborrado a la propia poesía confesional. Inicialmente, las tres características principales de un poema confesional eran primero, una calidad catártica, segundo, una base autobiográfica, y tercero, una honestidad pura. Anne refuta directamente que esto se aplica a su trabajo. Sus conferencias de Crawshaw proporcionan hojas de ruta inteligentes para explorar la personalidad —en primera persona— en sus poemas. Hizo que sus alumnos leyeran su trabajo, hicieran preguntas e imaginaran las respuestas que podría dar. Anne Sexton nació el 9 de noviembre de 1928 como Anne Gray Harvey en Wellesley (Massachusetts). Ella era la hija menor de una pareja adinerada que vivía un estilo de vida muy Scott Fitzgerald: una ronda interminable de fiestas, bebiéndose la piscina de alcohol y conversaciones con las tres hijas presentadas como adornos para los invitados. Su padre, Ralph Churchill Harvey (1900-1959), era comerciante de lana, y su madre, Mary Gray Staples (1901-1959); siendo la típica mujer de alta sociedad inteligente, muy anfitriona, glamorosa y caritativa. La familia pasaba los veranos en Squirrel Island en Maine con sus abuelos maternos y una tía abuela.

 


 

Para los niños había un teatro en miniatura donde los niños hacían actuaciones para los adultos. Aunque los problemas monetarios fueron pocos, la familia luchó emocionalmente. Sexton dijo que las tres niñas anhelaban la atención de sus padres, que se repartía escasamente. Sin embargo, Anne, era muy guapa, acomodada, incondicional de las fiestas y "autoindulgente”, Anne Sexton creció y aquella chica adolescente, se convirtió en una joven mujer, bonita y popular, la cual,  se fugó a los 19 años con Kayo (Alfred Muller Sexton II), quien abandonó la universidad y se transformó en un exitoso vendedor de lana. En consecuencia, se sintió cercana a su tía abuela, Anna Ladd Dingley. Cuando Anne tenía trece años, su tía comenzó a comportarse de manera errática y finalmente fue internada por una enfermedad mental. El poema, “Algunas letras extranjeras” se erige como testimonio de su apego Entonces, todavía muy joven, la futura ganadora del Premio Pulitzer comenzó a escribir poesía, pero el esfuerzo se vio truncado cuando su madre la acusó de plagiar. Un hecho surrealista, que dejaba en entredicho, la relación entre madre e hija. Su matrimonio fue turbulento pero consideró  que le proporcionaba un marco de espacio, al margen, para escribir. Sexton y Kayo estuvieron casados durante veinticinco años, y su último intento exitoso de suicidio en 1974 fue un año y medio, poco después divorciase de él. Inicialmente, Kayo Sexton, estudió para ser médico, aunque abandonó la universidad, al poco tiempo de casarse, comezó a trabajar en una empresa de lana, mientras que Anne trabajaba en una librería y como modelo. Por lo general, vivieron con los padres de Kayo o Anne durante sus dos primeros años juntos. Adoleciendo de ningún interés por la limpieza, doméstica, Sexton desafió la norma esperada del día. Su suegra contrató ayuda para cubrir el vacío. Al principio de su matrimonio, comenzó a tener aventuras. Cuando su madre la reprendió por ello, Sexton tomó una sobredosis de pastillas que la llevó a una terapia, a la cual se ataría, el resto de su vida. Al comienzo de la Guerra de Corea, Kayo se unió a la Armada y fue enviado al extranjero. Cuando regresó, Kayo se puso a trabajar para el padre de Anne y la joven pareja continuaron juntos, pero con su vida emocionalmente inestable. A menudo estaba fuera por viajes de negocios. Criaron a sus dos hijas, Linda Gray Sexton y Joyce Ladd Sexton. A lo largo de su matrimonio, la pareja peleó verbal y físicamente. Beber era un ritual diario —idéntico al de Don Draper, otro vecino de la época— que, a veces, terminaba con Kayo estallando violentamente. Las hijas fueron testigos de todo, y en más de una ocasión, tuvieron que intervenir. Anne insistió en que Kayo recibiera terapia, lo cual funcionó y la violencia finalmente disminuyó. El ambiente de enfermedad mental y violencia tuvo otras víctimas. Linda Gray Sexton nació en 1953 y Joyce Ladd Sexton nació en 1955. Linda ha escrito varios libros, dos de los cuales, Searching for Mercy Street y Half in Love, relatan las experiencias de su infancia y el desgarrador legado que deja el suicidio para los familia. Después del nacimiento de su segundo hijo, Sexton experimentó una depresión posparto severa que la llevó a la hospitalización y a un intento de suicidio en noviembre de 1956. La familia de ambos lados se unió para cuidar a los niños y vivieron con otros miembros del clan, durante un tiempo, cuando quedó claro que su la seguridad estaba en juego. Siendo los niños pequeños, por regla general, los cuidaban otros miembros de la familia. Anne escribió su primer poema a finales de 1957. Durante 1958 asistió a varios seminarios de poesía. Conoció a W.D. Snodgrass en la Conferencia de Escritores de Antioch ese mismo verano y, en el otoño, asistió a un seminario en la Universidad de Boston impartido por Robert Lowell. Ambos poetas estaban comenzando a escribir en el modo confesional y contagiaron a Sexton con un impulso poético similar pero que era únicamente suyo. Sylvia Plath también estaba en el Seminario Robert Lowell, y las dos mujeres, junto con George Starbucks, se reunían para tomar bebidas y patatas fritas en el Ritz después de la clase. Con cierta cautela debido a la rivalidad profesional, las dos mujeres se hicieron amigas. Three Martini Afternoons at the Ritz de Gail Crowther explora la relación entre las dos mujeres. El primer poema de Sexton se publicó en julio de 1958, justo antes del Seminario Lowell, y en 1960 se imprimió su primera colección de poesía en forma de libro, To Bedlam and Back Again. Su siguiente libro, All My Pretty Ones, sobre su infancia, fue preseleccionado para The National Book Award en 1962.

 

 



El tercer libro de Anne Sexton, To Live or Die, ganó el Premio Pulitzer de Poesía en 1967. Aunque los siguientes años fueron productivos, ella estaba luchando contra su enfermedad, entre lesiones físicas y agotamiento. La Academia Estadounidense de Poetas tiene una carta en sus archivos en la que casi se puede escuchar sus suspiros. Tenía un horario intensivo de lectura de poesía, pero con los típicos estallidos de energía. Entre el malestar, mental, continuó escribiendo prodigiosamente. Creó un grupo de “rock de cámara” que interpretó su poesía con música en 1968 y escribió una obra de teatro. Sexton trajo a la vista del público varios temas nuevos que antes eran tabú: la menstruación, el aborto, la masturbación y el incesto, abriendo así la puerta al discurso poético sobre el abuso y la fisicalidad femenina. En ese momento, pareció impactante e inapropiado para muchos lectores. Algunos críticos fueron especialmente duros. John Dickey escribió sobre ella: “se detuvo insistentemente en los aspectos patéticos y repugnantes de la experiencia corporal”. Sexton no fue inmune a las críticas. Llevó consigo una copia de la reseña de Dickey hasta el día de su muerte.

 

“Mis mejillas florecieron con gusanos

Los escogí como perlas

Los cubrí en panqueque

Enrollé mi cabello en rizos”.

 

Durante varios años al comienzo de su carrera, Sexton, tomó un curso de seminario de John Holmes, un poeta experimentado que enseñó en la Universidad de Tufts. Aunque admitió el don de Sexton, con las imágenes, trató de disuadirla de escribir sobre su enfermedad. Su respuesta fue el poema “Para John, que me ruega que no investigue más”. Este poema explica la esperanza que tenía de que el impacto de su tipo especial de poesía, aparentemente tan personal y vergonzoso, llegara a la gente cuando nada más podía.

 

“Y si te alejas

porque aquí no hay lección

Sostendré mi incomodo cuenco,

con todas sus estrellas rotas brillando

. . .

No es que fuera hermoso,

pero que allí encontré algo de orden.

debe haber algo especial

para alguien

con este tipo de esperanza.”

 

En 1967, Sexton ganó el premio Pulitzer de poesía por Live or Die. Al comienzo del libro, escribió que los poemas “se leen como un cuadro de fiebre para un caso grave de melancolía”. Como de costumbre, era acertada en sus metáforas, aunque poco sincera con su valor literario. En 1969, Mercy Street se representó en las afueras de Broadway y recibió buenas críticas. Love Poems también se publicó en 1969. Transformations, una colección de poemas narrativos basados en los cuentos de hadas de los hermanos Grimm, se publicó en 1971. Pero tanto antes, como después de publicar los icónicos, Transformations, se enfrentó continuamente a los problemas que encontró como miembro de la sociedad patriarcal, para el punto de que dudó en tomar una posición más consistente. Como se señala, al principio, Transformaciones fue un éxito de ventas, especialmente entre las mujeres. El hecho de que aquellos lectores simpatizaron con Sexton significa que podrían empatizar con las experiencias emocionales a las que se enfrentó el movimiento feminista en las décadas de los sesenta y setenta. La vacilación de una “bruja de mediana edad” en Transformaciones resultado de las circunstancias femeninas de esa edad. A partir de ese instante, comenzó a enseñar en la Universidad de Boston en 1970 y se convirtió en profesora titular en 1972. Sin embargo, también estuvo hospitalizada.

 

 


 

Ya, entre los años 1969 a 1971, siguió su coqueteo, con la del “cuello largo”, a veces comenzando en el desayuno, mezclando el alcohol con los medicamentos diarios que tomaba para su enfermedad. En 1974, vivía sola, en la casa familiar. Habiéndose divorciado de su esposo, le resultó más difícil de lo que había imaginado: hacer frente a la vida de soltera. Sus hijas habían comenzado sus propias vidas aunque todavía estaban disponibles para ayudarla como lo habían hecho incluso cuando eran niñas. Continuó trabajando en sus poemas hasta el día de su muerte. El 4 de octubre de 1974, cuando tenía cuarenta y cinco años, almorzó con su amiga y colega poeta Maxine Kumin, donde trabajaron en The Awful Rowing Towards God, que se publicó póstumamente. Después, se fue a casa, se preparó un martini, se vistió con el abrigo de piel de su madre, se sentó en su Mercury Cougar rojo y dejó el motor, en marcha, dentro del garaje cerrado. Lo que viene después; se llama Tragedia y pena. Aunque, su legado la convierte en un mito. Ya que Anne Sexton nos deja algo para amarlo y disfrutarlo con pasión. La obra de AS es una lectura imprescindible, una parte del canon de la literatura estadounidense, además de ser admirada y querida, como una de las mejores de los poetas “confesionales”, junto a Sylvia Plath, Robert Lowell y John Berryman. Distinguir entre el poeta y su voz no disminuye el impacto de un poema. Al considerar la interacción entre el poeta, la persona y la poesía, el lector puede alcanzar una comprensión más profunda del significado del poema. Las percepciones más profundas provienen, no de definiciones cortadas y secas, sino, como señala Emily Dickinson, de decir la verdad, pero de forma sesgada. Anne Sexton fue magistral en el uso de la técnica, no solo en su poesía sino incluso en su enseñanza. En "Funnel", Sexton esboza la creciente constricción de las convenciones suburbanas desde la época de su abuelo hasta la suya propia, "para cuestionar esta disminución y alimentar a un mínimo de niños con su cuidadosa porción de pastel suburbano". Sin embargo, ella no rechazó la cultura moderna; Anne a menudo lo insertaba en su trabajo, incluso mientras lo entrelazaba con una sutil sátira. Hablado de ironías hay quien opina todo lo contrario; Lo que Anne Sexton, realmente dio, evidentemente, fueron poemas. El mejor de estos, al representar plásticamente: “enfermedad mental, amor sexual, angustia espiritual”, trasciende las tristes patologías de la vida de una mujer altoburguesa e individualista. Acabo de releer Transformaciones y no puedo dejar de hacerme la misma pregunta: ¿quién ganará esta maldita guerra? El bien o el mal. En abril aguas mil.

 

 

                   


                                           Dedicado a Jorge Edwards junio 1931/marzo 2023 In Memoriam

                    





Fotogramas adjuntados

Anne Sexton posando en su estudio

Anne Sexton con su esposo Kayo y sus dos hijas en Maine

Anne Sexton en su estudio de Boston

Anne Sexton trabajando en su estudio de Massachusetts

 


Biografía consultada y recomendada

“Anne Sexton: A Biography” by Diane Wood Middelbrook   Ed.Virago 1991

 

 

 




     

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