“Dionysos nos bendijo a todos”
La primera resaca,
según algunos expertos y fuentes consultadas en la base de datos de Science, se
gestó—aproximadamente— unos 34 millones de años antes de todo credo
oficialista. No me lo creo. Pues, en tal cantidad de años, no existieron primates o protohomínidos de curso
legal. Luego, lo siento por "Science". Más tarde, nuestros
retrastaraabuelos más ancestrales; los viejos antepasados Atapuerquensis puede
que tontearan con la levadura. Evidentemente, la cueva quedó hecha unos zorros.
Sin embargo, hasta que no llegamos a la arcaica Grecia nunca descubrimos al
gurú de todo esto. Dicen los sabios del oráculo que el pérfido dios Dionisio, llevaba por zamarra la
basjaris y apestaba a misterio eleusino. Para los más profanos, que no hayan
tenido contacto con el más allá de los dioses; es la iniciación. Un día de
ayuno en conmemoración al que guardó Deméter mientras buscaba a Perséfone. La
abstinencia se rompía para tomar una bebida especial de cebada y poleo llamada
Kykeon. Algo así como el primer protoLsd de la civilización europea. Todos los
presentes entraban en una gran sala llamada Telesterion, donde con permiso de vuecencia: se les
mostraban las sagradas reliquias de
Deméter.
Eso sí, de largar
sobre lo visto chitón. Pues el gaznate pendía de un hilo y la falcata estaba
bien afilada. Cuando en el Mediterráneo los lugareños del gran emporio de
Valentia están a punto de prender todo muñeco viviente; es tiempo de bacanal.
Los paisanos llevamos soportándolo—estoicamente— desde el día que Zeus perdió
la célula hipotecaria del Partenón. En su versión más cañí y vaticana: la
famosa comunión. El noviciado de nuestro estreno con el licor de bayas,
cereales o levadura que dispensen a los bisoños castos. La cuestión es que en
este país: la revolucionaria piel de toro, esa que tiene raíles, donde Ícaro es
un minusválido, cuando asoma el pico del pato Talgo y Artemisa una delectación
voluptuosa empapada en la blancura de un payaso, a la luz de la luna llena
Sanjuanera.
Empero, papas, mamas,
consortes y demás postconyugues del matriarcado o patriarcado están de uñas. Es
comprensible. Leo en la prensa oficialista, esa que lo sabe todo: tertuliana,
presuntuosa y “bienpaga”. La vieja guardia que radiaba las hazañas de Tejero y
sus secuaces; ahora enjoyados de Vuitton con Audis de aluminio e Ipad,s por la
patilla de la redacción de los BOE
gacetilleros en el imperium. Últimamente, estas gentes andan de un preocupado
retorcijón a la vuelta de unas vacaciones—ceñidas—en NY. Cuando ven que sus
hijos están en UK tirando de Máster very drunk. Prosigo en mi lectura, dixit la
siguiente noticia en la columna twittera del HiperBOE: “Oiga, que un poco de
alcohol alegra el espíritu, mientras la afirmación no se malinterprete o lleve
implícito que la definición de diversión y alegría sea sinónimo o tenga como
requisito tomar alcohol.”
Otro-a barrunta:
¡Oiga si nadie lee la letra pequeña! Dice el ilustrado: “La ley de alcoholes es ambigua; realmente está disfrazada."
Qué pena, la verdad es… ¿qué vamos a hacer para divertimos? Igual es que el
personal está desmemoriado y no se acuerda de lo que significa “pegarse
un festival”. Fácil, tan sólo es una maravillosa manera de mear. En el
fondo los padres están alarmados—compresible—, pero ¿dónde radica la diferencia entre el
impenitente dipsómano y ese eufemístico—concepto—de alcohólico social? Entiendo lo del
mueble bar en el comedor, pues arengan con traer talego para algún abnegado
progenitor. No sé cómo decírselo a Uds. Pero me tiene más preocupado que a Ford
el día que le hicieron una visita Huston y Hopper con la famosa botella de Jim
Bean. Imagínense, qué comezón… Me voy a buscar a mi camello de la SS, para
meterte una tableta de trankimazín. ¡Uff, mon dieu!… Ahora que toda la crème intellectualle critique está
fascinada con el director videoclipero australiano y pope de anuncios era postDraper”
by Chanel. Parece ser que no
tenía ni puta idea de que El Gran Gatsby, no era más que un albarán del
trapicheo sacado de la manga del genial Fitz, por la gracia divina del asueto laboral de una caja
fichadora. ¡Come, siesta y busca tu
utilitario!… ¡Pero no te olvides de recoger a los niños!
Pues, la consecuencia
final del vacilón Jay residía en su preparkinson —aturullado en los trapicheos—
de Wall Street y el centeno, es
que las corbatas no le destiñesen alcohol. Menuda putada si es de Hermes. A la espera de un delicioso Sidecar neoyorkino servido en
guantes blancos por un criado mexicano con acento francés para engullir como un
Nesquik
matinal. No obstante, el cine nos obsequia una cabaña de cabestros,
bajo unos rostros bochornosos de tez hiperbólica, cosida de alcohol y onanismo
impenitente de látex oculto en una gorra del III Reich con botellón de
bordillo. ¿O acaso los nazis no fueron unos
bujarrones de salón de putas de un film de Tinto Brass con Lugger enfundada en lencería Marie Claire?
En el fondo, al ser humano, sólo le queda el
Listerine, la aspirina, y a los más postmodernos algo de vitamina B-12
Walternativa. Ya que lo importante, en estos tiempos es llevarse a la boca
el aguerrido mosto. Ese, bien sazonado de abundante grial para revitalizarnos
nuestra existencia y la familia.
¿Quién sabe,
lo ideal sería que nos sacarán de dudas todos estos tipos que emplearon su
tiempo en entretenernos a los blogoesféricos? No crean Uds.
Igual piensan, que me he ido de varetas, cuando mi malogrado vecino del quinto palmó antes de
ayer y los bomberos han tenido que sacarlo por la ventana. Pues, los 145 kilos
eran empresa inviable para el ilustre cuerpo de héroes. A él le gustaban como a
sus hijos: Ovidio, Cátulo, Omar Jayyman,
Lope de Vega, Alejandro Dumas, O. Henry, Edgar Alan Poe, Arthur Rimbaud, Charles Baudelaire, Paul
Verlaine, Rubén Darío, Sinclair Lewis, Eugene, O´Neill, Scott Fizgerald,
Dorothy Parker, Ernest Hemingway, William Faulkner, Tennesse Williams, Truman
Capote, Anne Sexton, Raymond Carver, John Cheever, Charles Bukowski, William
Burroughs, Raymond Chandler, Lawrence Durrell, Graham Greene, Allen Ginsberg,
Ray Bradbury, Marguerite Duras, Malcom Lowry, Jack Kerouac, Joseph Roth,
Algernon Charles Swinburne, Dylan Thomas, Jaime Saenz y los músicos; Modest
Musorgsk y Fiodor Dostoyevski. Si estos le suenan algo pedantes al
personal. Lo siento, mi amigo era hombre
de letras; un ilustrado. No un gangster como el tecleador del Bypass.
También tenemos ejemplos de casos más peregrinos o quincalla de plática en la
barra del bar u peluquerías adyacentes; George Gipp y Jim Thorpe, Dana Andrews (éste
es muy cool para mi barrio y fue un actor cojonudo) aquel showman de la TV;
Dick Van Dyke, el virtuoso de la guitarra Garry Moore, Paul Gascoigne,
Garrincha, Mel Gibson, Daniel Radcliffe, David Hasselhoff, Lindsay Lohan,
Jaimito Bordiú y Ortega Cano.
No se amarguen
porque en la lista de esta bacanal caben
más. El diputado demócrata Wilbur D.
Mills, por el Estado de Arkansas; el vicepresidente de la cadena de
televisión CBS, Thomas J. Swafford. Un jefe indio, Sylvester J. Tinker, cacique
de la tribu Osage, de Paiwhuska y
el astronauta Edwin Aldrin. Lo ven
como no oro todo lo que reluce en la galaxia
¡Ay, si lo viera mi querido Bowie! Nada de nada, ya lo vio como mis
amigos en “Whisky a go-go” de A. MacKendrick (1949). Todo se hallaba en
Marte. Allí sólo existe una vida: apurar el placer insensato que produce el
suave vilipendio del ácrata amanuense. Ese corredor de fondo que encontró la
panacea planetaria en su cráter mayor.
Aquel guardián encargado de
destilar el perenne efluvio de una noche
de verano. Una incógnita, la cual, ni la
NASA es capaz de decodificar dentro de un eterno chupito. Luego, permítanme
un brindis a la salud de Dinonysos. Creo que me lo he ganado.
Dedicado a José Luis Castillo (1956-2013) y James Gandolfini (1961-2013) D.E.P
Biografía consultada y recomendada
A Drinking Companion: Alcohol and
writers´ Lives , K. Boler. Ed. Cardoza (2004)
Alcohol and the Writer D.W. Goodwin Ed. Peguin Books (1990)
Hemeroteca de la revista Science
Fotogramas adjuntos: Series de
TV, “Californication” 2007, “Shameless” 2011 (Showtime) y “Skins” 2007 (4 Channel).
Films; “Raining Stones” (1993), “The night of the Iguana” (1964) y Whisky Go-Go (1949)