"Epitafio para Janice Soprano en 5 canciones desde un Corsa rojo: The final”
Personajes:
The Bypassman
Irina Vergeyenko
Janice Soprano
Vladimir Vergeyenko
(Operario del cementerio)
BPM—NOOO! SOCORRO...
Ay, ay, ay! Nos matamos, el final. Ahh…
—Estaba empapado de sudor y con un taquicardia de mil demonios.
BPM —El coche, la
lluvia…NO. (Alaridos)
IV—Sr, Sr. Vamos,
vamos. No pasa nada. Tranquilo. Está
bien no sé preocupe. Es una pesadilla. Beba agua y relájese. (El característico
acento eslavo donde las consonantes oclusivas y líquidas se arrastran.
Generando esa sonoridad tan misteriosa como el inglés de Bela Lugosi)
BPM—qué hago. Dónde
estoy. El coche, la lluvia…Dando vueltas por la cuneta. Los parabrisas…
IV—No hay cuneta ni
coche. Además no llueve. Beba agua y tome esto—Le abre la boca a BPM y le da un
ansiolítico.
IV— Ahora, cuando
pasen diez minutos se ducha y en la mesa tiene el desayuno.
Bypassman se
tranquilizó y tomó una ducha. Posteriormente, salió en albornoz al comedor
donde le esperaba un desayuno compuesto por zumo de naranja, cereales, café
descafeinado, fruta y aceite de oliva. Junto a sus 8 pastillas ordenadas
geométricamente.
BPM—Gracias, Irina.
¿Qué tal tiempo hace?
Ya le he comentado,
que no llueve y hay novedades—Mientras habla el cigarrillo se mueve al son de
sus labios. De repente, se levanta a por agua. Siempre anda con una cojera
renqueante y muy visible (de su pierna izquierda ortopédica) apoyándose en un
bastón con la cabeza de un pato en plata maciza.
BPM, mira de reojo el
movimiento de sus caderas. Pues, Irina es una mujer treinta y largos, cercana a
los 40. Rubia de ojos azul acero y un pelo rubio natural rizado. Lleva una
media melena. Sus facciones son rasgadas con unos pómulos bien marcados.
Es una mujer muy
hermosa. BPM, recuerda la primera vez que la conoció y le contó como perdió su
pierna. Irina Vergeyenko, no es rusa al 100%, pues es natural de Minsk
(Bielorrusia). Donde ejercía como profesora de Filosofía en la Universidad de
susodicha capital. Se trasladó a Moscú donde conoció a su esposo Nicolai y
terminó trabajando en la urbe rusa. Era una perdedora nata (no hay perdedores y
ganadores dice un viejo proverbio ruso; "Sólo buena o mala suerte").
En 1999, un fatídico 13 de septiembre en la ciudad del Moscova; una bomba hacía
saltar por los aires los cimientos del edificio residencial de la calle Kashirskaya durante la madrugada.
Aquel estruendo se llevó por delante, 124 inocentes, entre ellas 13 niños.
Desgraciadamente, en aquella casa número 25 del edificio dormía, plácidamente,
al lado de sus dos hijas gemelas; Alesya
y Nadia. La noche más oscura de su vida. La explosión se escuchó en más de 8 Km a la redonda. Aquel atentado de los extremistas del
Cáucaso, según fuentes del gobierno de
Putin le costó la perdida de la pierna izquierda. Eso, no fue nada comparado
con la pérdida de sus dos ángeles. Nunca es tarde para saber dónde está la
próxima y no se demoró demasiado. Dos años más tarde, su marido, Nicolai en Grozni, Chechenia (un robusto capitán de
las fuerzas especiales del ejército ruso) fallecía en un enfrentamiento contra
rebeldes muyahidines. La vida ya le había mostrado todas sus cartas. Las
lágrimas superan a las sonrisas por K.O.
Con el tiempo, su economía fue menguando y sólo le quedaba una salida:
emigrar. Llegó al Occidente de Mr. Bypassman, al otro lado del telón; la
utópica Europa de la banda ancha acomodada. Empezó su periplo de trabajos: camarera,
recolectora agrícola de temporada y finalmente, como asistenta doméstica.
La casualidad hizo
que conociera al Sr. BPM, tras su accidente vascular ha sido su cuidadora y ama
de llaves en estos últimos años. Habla
ruso, inglés, alemán y español perfectamente. Su único vicio son las películas
de Bogart, el Vodka y el tabaco.
IV —Sr. Hay
novedades…
BPM— ¿Novedades?
IV—Hoy tenemos una
cita con la su hermana Janice.
BPM—Cómo, una cita…
IV— Hemos quedado con
la Srta. Janice en el cementerio para la exhumación del cadáver de su padre.
BPM—Qué, mierda de
cementerio ni exhumaciones Irina…
IV—Ha llamado la
Srta. Que hay que ir al cementerio le repito y hacer la exhumación del cadáver
de su padre para posteriormente, incinerarlo en el crematorio.
BPM—Ay, la hostia. La
mierda del testamento de mi madre—La recordó, en silencio y vino a su mente las
imágenes de sus últimos días de enferma terminal. Cuando dejó muy claro su
voluntad de ser incinerada junto a su esposo.
IV—Sólo le recuerdo
lo que hay…
BPM— ¿A qué hora
hemos quedado?
IV— A las 11 en
punto.
BPM— Bien, voy a
vestirme y prepara el coche.
IV— No sé cómo estará
la batería
BPM— Irina, me
importa una mierda la batería. Sino llamas a un taxi
BPM—Se arregló con un
traje diplomático de Ermenegildo Zegna gris antracita y finalmente, calzó sus
pies con los exquisitos Ferragamo.
Irina, se puso un vestido negro de Hermes que le favorecía mucho. Cogió del
brazo a BPM y bajaron al garaje. Había un Opel Corsa de color rojo muy bien
cuidado.
IV— Dijo una frase en
ruso y le dio a la llave de contacto. Arrancó a la primera.
BPM— Estos cabrones
de alemanes, pequeñitos pero van como un tiro. Se descojonan de la GM Made in
USA, la puta Merkel…
IV—Hemos tenido
suerte.
Llegaron a la puerta
del cementerio. Y mientras bajaban del coche. Vieron cómo se acercaba un Lexus
Crossrover RX, reluciente color ópalo perla. Sonaba la música del gaditano de Miami. (para variar)
JS— Buenos días
BPM e IV— al unisonó,
buenos días—El tono fue bajo y
desganado.
JS— Sabrás qué hay
entregar la documentación. Y el asunto es éste. Hasta que no pasan los 5 años
de su deceso en la tumba, no se puede extraer los restos. Aquí tengo la hoja de
los títulos de propiedad y el permiso para la incineración...
BPM—Bien, lo que tú
digas…
JS—No lo que yo diga.
Lo que dijo tu mamaíta. A ver, como si no tuviera yo cosas que hacer…
BPM—Bien, Janice.
Corta. Vayamos y hagámoslo
JS—Claro, claro. Aquí
la pringa de turno, que todo se lo curra. Vete a hablar con el departamento de
cementerios e incineraciones y tropecientas gestiones
BPM—Bla, bla, bla.
Habló la academia de Atenas en voz de la
reina de Saba. Cuanta sabiduría.
Pobrecita...
IV—Sra. Si quiere yo
puedo entregar los papeles en el Servicio de admisión y negociado
JS—Ya está la rusita,
cojita con los ojitos de corderita degollada. Pues venga tómalos. Y, ya tardas…
BPM—Oye, deja en paz
a Irina
JS—Qué tacto con la
coja del Este…
Irina se marchó a las
instalaciones del negociado de certificados
y extractos.
BPM—Te podrás callar
de una puta vez. Y dejar tu bendita
gramola
JS—Siempre, yo. Todo
lo tengo que solucionar. Sollozos y lágrimas del eterno cocodrilo (parte del
psicodrama)
BPM—Mira, yo llevo lo
mío. Vale
JS— Ahora, me vendrás
con el parte facultativo y tralarala. ¿No?
BPM—La madre qué te
parió…
JS—La misma que nos
trajo a este planeta a los dos
Irina, vuelve de la
oficinas con la documentación—Hay un problema con la exhumación
JS— Venga que hable
la bailarina del Ballet Bolshoi.
BPM—Cierra el puto
pico. ¿Qué pasa Irina?
IV—Pues, que la exhumación
del cadáver se hace pero se perderán los derechos de potestad sobre la
propiedad de de la tumba. Y hay que pagar en efectivo la incineración
BPM—Cómo, que la puta
alcaldesa me quiere quitar mi sepulcro y encima cobrarme por la incineración.
Me cagüen la leche puñetera.
JS— Toma gominola.
Los últimos responsos de mamaíta…
BPM— Bien, pero la lápida
me la llevo.
JS—De momento, coge
el búcaro de tu madre para hacer la mezcla. En el búcaro hindú estaban las
cenizas de su madre
BPM—Será posible, ni
que fuera un laboratorio de Crack.
Se dirigieron hacia
el bloque número 15 donde estaba el bloque de las tumbas de los fallecidos de
origen británico. En línea 2 se veía la Cruz de piedra irlandesa con la
inscripción y la fecha de defunción. Cuando aparece un hombre de aspecto rubio,
alto y con un cigarro en la boca. De repente Irina, sonríe y se acerca con
efusividad
IV—Как эти (Cómo
estas) Давно не виделись вы (Cuánto tiempo sin verte).Это мой двоюродный брат
(Es mi primo). Vladimir
IV— Но что, черт
возьми вы делаете здесь (pero, qué
demonios haces aquí)
VV—Никто не хотел,
чтобы этот пост (nadie quería este puesto).
VV— Они предложили
мне контракт (me ofrecieron un contrato)
Оплата не плохо и
место мирных (La paga no es mala y el sitio es tranquilo)
JS— ¿Se puede enterar
una ciudadana, que paga sus impuestos del numerito del politburó de Gorbachov?
IV— Es mi primo
Vladimir y dice que no hay problemas, él sacara los restos con delicadeza.
BPM—Entonces, ahora
sacará el ataúd
VV—Sí, Sr.
BPM—Veo, que hablas
un buen español
VV—Hay que hablar
idiomas, si se quiere ganar un dinero para comer.
BPM— Pues, venga
Vladimir. Comencemos.
VV— Antes, que nada
quiero advertirles de cómo se pueden encontrar al cadáver
JS— Vaya, vaya con el
puto ruso… Ahora eres del C.S.I
BPM— Janice, me
cagüen la puta! Por favor, déjale hablar
VV— A ver Sres. En
muchas ocasiones los restos. Dependiendo
de las condiciones de humedad, calor o la composición del terreno y en la
constitución de cada individuo…
BPM— Venga, suéltalo…
VV— No quiero
ofender, Sr. Pero, unos están más momificados y parecidos a un humano, que
otros que solo son un montón de huesos.
JS—Wuaaaahhh. Papá!
Ay, Dios, qué me muero!—Más sollozos.
IV—Venga, Sra.
Arriba. Esto es un trámite…
JS—No me toques rusa
asquerosa. Ahh, mi papaíto, cuanto te echo de menos…
BPM. A la mierda con
la reina del psicodrama. Me voy a la incineradora y por cierto, tú, Vladimir o
Dimitri o cómo hostias te llames; la piedra con la inscripción me la quedo, que
esto lo pagué yo. Se aleja con el búcaro de su madre y el morro torcido.
VV—Muy bien, eso es
suyo. Yo lo que ordene.
JS— Cobarde, ahora
sales por patas…
BPM— ¡A la mierda!
Janice, se queda mirando el cadáver momificado de su padre lo sube a la
carretilla tapado con una manta detrás de BPM. Janice se ha quedado en el suelo
llorando e Irina sentada un banco.
Al final sale un
operario y le entrega a BPM el búcaro con las cenizas. Pone cara de
circunstancias y piensa cuando era niño en las hogueras de San Antonio. La
mirada ausente. Aparece el primo de
Irina, le da el pésame y se despide.
VV—La Sra. Soprano.
Se ha quedado en la cripta con mi prima.
BPM—Bien,
vale…Gracias.
Vladimir vuelve con
su carretilla y ve que Janice Soprano y su prima tienen unas palabras de más.
JS—Golfa, eso es lo que
eres un puta más de burdel que tenía Hitler…
IV—No me llame puta.
Sra. Es Ud. una mala persona.
JS—Eso es lo que eres
un putilla engatusadora. Estas ahí rumiando la mierda de mi hermano. ¿Qué vas a
heredar el patrimonio del creativo?
IV—Cállese de una vez.
Ud. solo habla, habla y berrea…
JS—Vete a la
mierda tú y todos los que estáis aquí
traficando con mierdas en nuestro país. Pandilla de borrachuzos...
IV—Haga el favor de
callar Ud. No sabe nada de mí y sólo insulta y ofende. Una y otra vez.
JS—Te he olí a la
legua el día que aterrizaste por esta familia…
IV—Sinvergüenza, si
hasta me robo la pierna ortopédica.
JS—Si y qué pena, no
haberla incinerado. Borracha de tres al cuarto...con el bastón del pato— Cuack,
cuack... Ja, ja, ja...
IV—Cabrona. La mierda
que tengo que aguantar de Ud. por lo menos el cabrón de su hermano tiene algo
de dignidad.
JS—Ja, ja…Dignidad.
Me parto la caja—Se da la vuelta y mientras sigue riéndose a carrillo suelto.
IV—Me voy a la
incineradora—Janice Soprano saca una cajetilla de LM light y enciende un
cigarrillo. Cuando se da la vuelta. Ve el pico de la pala directo a su frontal. —Es la última imagen de
Janice Soprano en la tierra.
En eso, que
Vladimir. A medida, que se acerca a la cripta. Ve la secuencia de su prima
Irina con la pala de hierro, arremetiendo en el cráneo de Janice.
IV—Toma, gorda,
zorra, asquerosa y malvada esto por la pierna. Harta de Ud. Gorda asquerosa. El
primer palazo la dejó K.O., y en la
cripta, aún la remató. Toma, bruja. No
sea que resucites...
VV—Tranquila, no te
preocupes prima. Ya me encargo (hablan en ruso) —temblando y sollozando. Recoge
el bastón del pato de plata que estaba en el suelo.
IV—Ay, que harta
estaba de este bicho. La he matado. Entre sollozos se abraza a Vladimir.
Gracias, primo. Déjame a mí. Vete a ayudar al Sr.
BPM—Irina, qué tal.
Dónde está la bruja de mi hermana.
IV—Se ha quedado
rezando en la tumba de su padre.
BPM—Pues, que le
den.
BPM—Te apetece, ir a
comer una paella...
IV—Me encantaría Sr.
Adoro la paella —Sonríe y se retira unas
lágrimas.
BPM —Pues, conduce.
Oye, oye ¿No estarás llorando? Eh, venga ese ánimo. Ya están juntos en los
búcaros...D.E.P
IV—No es nada. Sr.
Estaba pensando en cosas mías.
IV—Puede poner algo
de esa buena música que siempre suena en casa
BPM— Claro, qué sí. Esboza una sonrisa de oreja a oreja. (La
lapida en el maletero)
FIN
P.S.; las
fotografías que acompañan al relato publicado en este domingo, pertenecen al
film “Dementia” (1955). Una rara avis en el mundo del Noir-Terror con tintes
surrealistas. Obra del genial John
Parker, el cual, sólo filmó esta obra de
culto. Extravagante experimento con Influencias del Expresionismo mudo alemán
de Robert Wiene y la impronta del Noir serie B made in E.G. Ulmer. Lisérgico y
adorable film, donde las paranoias rallan la locura de lo inconsciente. Patada en la mandíbula a Freud. De la mano de
un visionario, que posiblemente en nuestra época estaría narcotizado en algún
hospicio, debajo de un puente como un indigente más o una institución mental.
Un viaje a la atormentada y traumatizada mente de una mujer durante una noche
de pesadilla y terror. Sin diálogos, únicamente con la voz en off del narrador
supone una obra de culto (reitero) y un hito en el cine de horror. Cuenta la
historia de una mujer (Adrienne Barrett) neurótica, tras despertar de un
zozobroso sueño. Se apega a un obeso gangster (Bruno Ve Sota) al que desatesta
y finalmente es perseguida por un policía que tiene un espectral parecido a su
críptico alcohólico padre (Richard Barron). La fotografía de un fantástico
William C. Thompson y una música George Antheil en tonos art-minimalista
experimental con un suflé de Jazz. Muy alejada del sonido convencional de los
compositores el momento. Recomendable de todos-as que busquen esencias en el
magisterio del cine mudo y el indie de los 50. Génesis del cine
ultraindependiente. Del que les hago la siguiente elucubración ¿se imaginan a
Lynch y Polanski con Bergman, Welles y Ed Wood en una fiesta donde los
canapés estuvieran untados de LSD a
raudales y todo en 45 minutos? Yo les digo lo que pasaría: “Dementia”. Una
alucinación de Noir mezclada con una sesión de psicoanálisis terrorífico. Lo
dicho, en más de una ocasión lo bueno está inventado. El cine sólo puede
existir gracias al buen gusto de nuevos cineastas que reviven las emociones de
antaño. El resto es marketing y plexiglás.
Talking Heads “Psycho Killer”
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Sisters of The Mercy “Marian”
Joy Division “She´s Lost Control”
La Pasión de San Mateo J.S. Bach “The final and Chorus”